

Prometo trabajar para sentir que voy a amarme tanto como pocos me han amado. Caminaré como si no necesitara otras piernas para hacerlo y reiré sola sin temor a lanzar carcajadas por donde camine. Voy a salir de mi cama, abriré las cortinas para que entre el sol, la humedad o la misma lluvia si fuese necesario y disfrutaré ese paisaje, y no del de mis sábanas tristes, añorando otro cuerpo que ya no toca el mío.
Me voy a maquillar y vestir con los colores del verano, aun cuando esté nevando, y prenderé la música tan fuerte como mis oídos lo resistan. Entonces, cantaré como si lo hiciera hermoso, tanto como si fuera mi alma la que cantara y, si se me da la gana, bailaré extendiendo mis brazos hacia ese cielo que desde hoy iré tocando cada día.
Llegaré tan alto que ni sabré cómo bajarme, pero no importa, ahí me quedaré, al lado de las estrellas. Nunca más seré suelo, sino que seré parte del mismo cielo. Me abrazaré hasta hartarme de mí misma, hasta sentirme sofocada de tanto cariño. Será entonces y solo entonces cuando por fin entienda que el verdadero amor llega cuando haces de ti tu persona favorita.
Reflexión
Jamás podrás querer a la altura de lo perfecto, pero sí puedes hacerlo con el alma y sin pendientes. Si tú eres tu pendiente, no habrá cosa, experiencia o ser humano en el mundo que te pueda llenar los espacios vacíos de una historia que solo es tuya.
Comentarios