

Aquí te va uno poderoso.
Conquistar a una persona requiere de una única conquista.
Sí.. ¡La tuya!
Come sano, haz deporte.
Estudia algo que te guste.
Apasiónate por cada nueva historia y vive la vida intensamente.
Sonríe, ríe y ojalá con carcajadas estruendosas y que dicha risa sea reconocida como tu sello característico.
¡Ama!
Ama a tus amigos, animales, familia y hasta el aire que respiras procura amar, ya que no sabes hasta cuando podrás seguir respirando.
Sé consciente de que tu tiempo es finito.
Si solo te concentras en amar a una persona, estás restándote el regalo de recibir amor de muchos por querer tener solo el de uno, esa es una mala matemática ya que la suma de los afectos, forma el “todo” perfecto.
Para conquistar, la receta siempre será amarte, respetarte, disciplinarte, hacerte compañía, abrazarte, cuidarte el cuerpo, alimentar el cerebro, sembrar tierra fértil en el alma y entender que no existe humano capaz de darte todo eso.
Tu principal conquista será siempre la tuya.
Cuidarte, valorarte, respetarte, escucharte, atenderte, recrearte, de modo que al mirarte, puedas sentirte a gusto con la mujer que eres en el presente, lista para que el mundo le exprese el mismo amor y admiración que ella percibe dentro de sí misma.
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