Les estoy infinitamente agradecida por haberme dado la vida. Por satisfacer mis necesidades básicas y, en alguna medida, las emocionales. Sé que ustedes hicieron lo mejor que pudieron con las herramientas que en ese entonces tenían y, desde el amor y las buenas intenciones, siempre esperaron que me convirtiera en una persona de bien.

Quiero decirles que, aunque no estuve muy de acuerdo con muchas de sus decisiones, formas y enseñanzas, los amo y respeto infinitamente y me siento orgullosa de haberlos tenido junto a mí. Sin embargo, tengo que romper una creencia importante con ustedes que, de alguna manera, ha ido entorpeciendo mi vida.

Yo no les debo nada. Ese enorme sacrificio que hicieron por mí, del que siempre me han hablado con el fin de que yo hiciera lo que ustedes creían correcto, no es tal. Que hayan trabajado a sol y sombra, que se hubiesen desatendido poniendo siempre a sus hijos sobre sus propios intereses y que no se hayan amado, nada tiene que ver conmigo. Tampoco es mi responsabilidad que hayan decidido quedarse años juntos sin amarse ni respetarse con el fin de que no perdiese mi “familia unida”.

Me hubiera encantado que cada uno hubiera tenido una vida diferente, junto a otro ser que les hubiera dado todo el amor que merecían, pero tomaron una decisión, y el que siempre digan: “Lo hice por mis hijos” solo pone piedras en mi espalda.

Por las razones antes mencionadas, les informo que, desde hoy, dejo de ser su “acreedor”, por cuanto la famosa deuda adquirida ha prescrito. No existe ninguna razón de peso que me obligue a pagarles la vida que me dieron; sin embargo, nuevamente les reitero mi amor incondicional y agradecimiento por el ser que soy hoy. Mucho tiempo me sentí en deuda, y no solo eso, sino que también me sentí culpable de no poder pagarla. Luego ya entendí que no vine a este mundo a cumplir sus expectativas, ni mucho menos a atarme con cadenas heredadas, arrastrando heridas que no son mías.

Su paso por mi vida solo ha sido darle forma física al amor verdadero, y me siento honrada de haber sobrevivido gracias a ustedes, con la suma de todos sus errores, pero también de todos sus aciertos.

Comentarios