

No te confundas.
Dos días buenos por cinco malos no hacen de tu vida algo mejor. Peor aún, esos buenos y pocos ratos, no compensan el desequilibrio emocional que te deja la ambivalencia de alguien, el tiempo que no está disponible.
Merma tu autoestima, te hace sentir carente, poco merecedora, ansiosa y hambrienta de una persona que no termina por decidirse.
El problema es que comerte un par de migajas, solo te genera más hambre y de esas que hacen doler el estómago, hasta llevarlo a un cólico crónico.
Pero como sabes que viene otra miguita pronto, la esperas ansiosa, aun sabiendo que pasarás después, días en inanición emocional.
Eso es estar con alguien que entra y sale de tu vida como un verdadero fantasma.
La única cura para sacar de tu vida esos males, será pasar unos días duros sin la droga, esa misma que hoy tiene la forma de un amor que no es tal.
Porque no puede ser un amor que valga la pena, si te lo pasas esperando, pisando huevos para no incomodarlo, callando todo lo que sientes para que no te trate de intensa o incluso, siendo castigada por su indiferencia, toda vez que pides una explicación de hacia dónde va tu relación.
¿Te parece justo amiga querida, pasarlo tanto tiempo mal, solo por un rato de juerga que te da cuando se le viene en gana?
Comentarios