No hay peor intromisión en la vida de mujer, que un ex que entra y sale de ella después de haberla dejado.
No le permite hacer su proceso de duelo debidamente, le sigue erosionando el autoestima tras el término y la mantiene con la esperanza de que las cosas serán diferentes.

Incluso con nueva pareja, sigue molestando, insistiendo que no puede olvidarla, irrumpiendo en su presente, metiéndose en su cama y dejando con ello, una estela de cuestionamientos que solo impactan a la mujer que sigue aferrada a un hombre que no la quiso, pero que pese a terminarla, sigue apareciendo en su vida, como un verdadero fantasma.

Un ex razonable, maduro y que de verdad respetó esa relación y que hoy quiere tu bien, no va a aparecer para obtener un beneficio temporal de ti.
Lo hará para definitivamente recuperarte, o seguirá su vida para no inmiscuirse jamás en la tuya, porque por algo terminó contigo.

Así que no te engañes.
Esos permisos de confianza excesiva, el tiempo que concedes y la esperanza que cultivas por los ratitos que recibes, lo único que te están mostrando, es que esa persona no te quiso en el pasado y tampoco lo hace en el presente, que estás perdiendo el tiempo, que no te permite recuperarte y mucho menos dejar espacio para una persona que contigo sí quiera quedarse.