Nadie puede cumplir la promesa de amar para siempre, no existe el poder de perpetuar los sentimientos porque estamos en evolución constante.

Dejar de amar no es traición, si no, que un hecho tan válido como entender la vida y su impermanencia.

Hoy quisiera que estuviéramos juntos para siempre, sin embargo, no puedo hacerte esa promesa.

Ojalá y la vida nos diera la madurez de aceptarnos y querernos en nuestras luces y sombras, pero es bueno que tengamos conciencia de que la palabra para siempre representa mucho tiempo y los de entonces, ya no seremos los mismos.

Elijo amarte hoy y desde aquí, solo eso puedo prometerte, si tú me eliges también a mí, es muy probable que volvamos a vernos mañana.

Si viviéramos el amor así, sería todo mucho más fácil

¿No crees?

Seríamos menos culposos.

Dejaríamos ir aquello que no es nuestro ya que sabríamos que de igual forma, todo volverá a comenzar otra vez, sólo que en un cuerpo diferente…

Aferrarse, resistir y perpetuar son enemigos de vivir en libertad, y eso es una pena, porque solo en libertad podemos amar realmente en plenitud.

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