Karma, son las acciones que realizamos, las cuales tienen un resultado desconocido, pero inevitable para nosotros.

Por cada cosa que hacemos, recibimos en el mismo sentido, efectos, los qué, buenos o malos, así mismo nos llegan de vuelta, como un bumeran.

Se dice que dichas consecuencias, no necesariamente maduran de inmediato, puede pasar mucho tiempo incluso, antes de recibir el impacto.

Por eso a veces no nos hace sentido, porqué nos pasan ciertas cosas, y no recordamos otras que hicimos, incluso, mucho tiempo atrás.

El sufrimiento es generado por nosotros mismos, todo aquello que nos va pasando, no solo es creación nuestra, sino que, además, una consecuencia de otros actos cometidos en consciencia, cuya elección de nuestro bienestar en ese minuto, causó algún beneficio o daño a terceros.

Se dice que el Karma nos hace conscientes de aquello que hacemos, ya que dichas experiencias, nos van mostrando a través de los resultados obtenidos, el cuadro de nuestra vida.

Cuando vamos derrochando sufrimiento, es la muestra de decisiones incorrectas, que han afectado a los demás y de paso, a nosotros mismos.

En sentido contrario, cuando nuestras decisiones han estado basadas analizando la coexistencia con otros, y no pasando a llevar a nadie por nuestras ganas de hacer o tener, el efecto recibido será siempre positivo.