Se lee romántica la frase ámate a ti misma, pero lo cierto es que para llegar a eso, es necesario hacer cosas muy diferentes a las que estás habituada.
Partiendo por hacerte cargo de tu vida de manera responsable, cuidando cada día detalles tan simples como comer, moverte, tomar agua, la información que consumes en redes sociales, televisión, e incluso, el tipo de relaciones que tienes con los demás y cómo te suman o restan cada una de ellas.
El autocuidado también se relaciona con decir no cuando quieras hacerlo.
No permanecer en un lugar si te sientes incómoda o donde no te están tratando bien, independiente de si estás siendo presionada por estar ahí.
Pasa que despertar al amor propio también implica dejar de ceder, complacer, agradar o estar disponible, aun cuando eso implique quedarte sola.
Muchas personas están a tu lado precisamente porque saben de tu entrega, y también que no deben darte nada a cambio para que tu mantengas tu alma caritativa; por eso, cuando comienzas a poner límites, te tratan de egoísta, egocéntrica o individualista, simplemente, porque el resto se acostumbra a que siempre estés dando y cuando no lo haces, dejas de ser útil para ellos, y entonces se alejan.
Y no hay mejor filtro que tener la certeza de que las personas que se quedan contigo, lo hacen por amor y no por conveniencia; al principio duele un poco cuando se cae la venda, pero luego te sientes agradecida por haber despertado.
Amarse cada día es un estilo de vida.
Debes estar consciente de tu dialogo interno, tener hábitos saludables integrados en tu cerebro, para que no tengas ni que pensar cuando debes decidir por algo que te hace bien y simplemente, lo hagas.
Y no solo eso, también implica aceptar la soledad que se hace presente cuando te pones a ti primero sobre el resto y cuando debes pelear con tus propios deseos para ser congruente contigo misma, no haciendo aquello que sabes que te daña, aun así te mueras de las ganas por hacerlo.

No es romántico amarse, ni fácil, ni rápido.
Es una forma de vivir, en una lucha constante contigo para que tus decisiones sean coherentes con la vida que quieres tener.

Amiga querida, ¿estás dispuesta a iniciar este viaje?