

Se leen lindas las siguientes frases:
– Te amo para siempre.
– Eres mi alma gemela.
– Mi hilo rojo indestructible.
– Pacto de almas antes de nacer.
Y en general, toda creencia romántica que nos impide continuar la vida tras una mala relación, o que incluso nos hacen quedarnos en ellas, solo porque nos aferramos a la idea de que “tener un amor de la vida” todo lo justifica, incluso la propia infelicidad.
Sería lindo si estas creencias estuvieran sustentadas por amor y paz mental, pero eso no pasa con frecuencia y tenemos amantes, somos esposas de infieles, nos aferramos con uñas y dientes a un tóxico, a un “no disponible emocionalmente” o a un adicto y todo por pensar que es nuestra otra mitad. Aguantamos todo, perdemos el tiempo y nos abandonamos hasta que un buen día nos damos cuenta de que la verdadera mitad del otro nunca fuimos nosotras, si no otra y la magia de la idealización recreada en nuestra mente, nos hace añicos el alma.
Por lo tanto mi reflexión del día sería:
Considera al amor de tu vida, alma gemela o hilo rojo al hombre que te respete, que te ame con un 100% de disponibilidad, que no te oculte ni juegue con tu estabilidad, que esté presente sin que tengas que mendigarle tiempos, atención y cariño.
Considera a alguien que esté presente, para lo bueno y lo malo, pero ahí, codo a codo contigo en un abrazo que contiene, no en un revolcón que termina cuando sale el sol y tú ahí expectante, esperando la llamada próxima o rogando para que quiera estar contigo nuevamente.
No es un alma gemela ni un amor de la vida alguien que te daña, te maltrata, es ambivalente y te trata con indiferencia.
Comentarios