

La «salud emocional» puede definirse como el bienestar de la totalidad de las emociones de la persona, materializándose en una proporción correctamente calibrada entre emociones positivas y negativas.
Una proporción calibrada no implica una relación 1 a 1. Por el contrario, significa que en la persona prevalecen emociones positivas, mientras que, por otra parte, aminora los efectos perjudiciales de las negativas.
La «salud emocional» no es muy sencilla de alcanzar y se requieren herramientas, técnicas y recursos que usualmente proporciona un profesional denominado coach quien brinda la ayuda necesaria.
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