Tu vida, en un altísimo porcentaje, es consecuencia de tus decisiones, acciones y comportamientos.
Y es cierto que gran parte de los resultados que has alcanzado e incluso aquellos que no, han sido influenciados por tu propio movimiento.
Pero no es posible desconocer que hay factores que hacen que tu vida a veces sea una mierda, y no necesariamente tiene que ver con eso de que “atraes lo que eres”.
Cuando te pone el ojo un narcisista; cuando tu pareja, que era un buen hombre, se convierte en un adicto; cuando un hijo padece de pronto una enfermedad grave, o a ti misma te diagnostican una.
Si fuiste abusada sexualmente, sufriste bullying, si te asaltaron o asesinaron a un ser querido, si te estafaron y eso te llevó a la quiebra financiera, si vives en un país en guerra o lleno de conflictos políticos que no te dejan salir adelante, no necesariamente estás reflejando “esa que eres”.
De modo que, querida amiga, no debes confundir aquello que sí está en tu ámbito de acción y que puedes mejorar con cambios en tu vida, respecto a una realidad que desafortunadamente te tocó. No porque tú hayas hecho algo para atraerlo, sino porque la vida en sus misterios, les da destinos diferentes a las personas, quién sabe con qué propósito detrás.
Siempre puedes resignificar lo que te pasa y buscarle la vuelta para salir adelante, pero hay muchas cosas que te han pasado que nada tienen que ver con tu responsabilidad, de modo que erradicar la culpa, para repararte y caminar más liviana, será el principio para encontrar tu paz mental.

Si te identificaste en este texto, te abrazo y te libero de la moda del “atraes lo que eres” y te invito a reemplazarla por “elige hoy con qué parte de tu historia te quedas, para seguir caminando sin culpas”

Comentarios