El amor no es sinónimo de dolor.
Si ese sentimiento pone en pausa tu vida, si rompe por completo tu autoestima, y a pesar de eso, te sigues aferrando a un relación que no existe, entonces significa que el daño te lo estás haciendo tú misma.
Cuando no sueltas, pasas por alto la indiferencia del otro, convencida de que si no lo recuperas, te quedarás sola para siempre, pero eso no es cierto.
En el mundo, hay más humanos dispuestos a quererte, respetarte y crecer contigo, construyendo con disposición, lealtad, cariño y paciencia, una relación recíproca.
¿Cómo podrías pensar que solo una persona en el mundo está destinada para ti?
Esa es solo la creencia de un amor dramático, un invento de una mente dependiente, que no está considerando que si una persona sale de tu vida, simplemente, es porque ya cumplió su ciclo en ella y tú en la suya, de modo que resistirte ante lo evidente, solo prolongará tu sufrimiento.